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Isabel La Católica 500 Años después seguimos honrándote

500 AÑOS DESPUÉS Y SEGUIMOS HONRÁNDOTE


Hoy hace tantos años abandonó la tierra la forjadora de la unidad de las Españas, legando un futuro de grandeza y progreso, un futuro de unidad, de cristianismo y de temerosa furia.
Bajo los laureles de la historia reposa quien si hoy levantase la cabeza no se asustaría menos de la situación de España que de la de Castilla y León. Supo la reina casar con media España, pagar con su amor y con su cuerpo la lealtad del reino de Aragón, supo la reinar oponerse fiera a la amenaza altanera y despreciable del diminuto reino de Granada, que desde la ignorancia y la prepotencia se atrevió a ocupar y saquear la ciudad de Zahara poniendo de manifiesto la agresiva política expansiva de los reinos islámicos, que ansiaban restaurar sobre la faz de Iberia sus inhóspitos y sangrientos mandatos.
La respuesta ante una agresión simbólica solo puede ser una, la dignísima reacción, la gallarda contestación al atrevimiento enemigo con una campaña ingente que llevo a la culminación de la reconquista y a la expulsión entre gemidos y llantos de los jerifaltes granadinos.
La reina, pues se baso en dos virtudes esenciales de toda mujer el amor y la furia en defensa de sus hijos, sin embargo la misión eterna de católica majestad la llevo a usar de una tercera arma femenina, la intuición, la capacidad de ver más allá de la realidad presente, esa chispa de inteligencia que suele emanar de la mujer y nos descubrió un mundo nuevo.
El testamento político de doña Isabel nos exigía mantener la unidad de los reinos peninsulares y aumentarla pensando en Portugal, continuar la reconquista por las antiguas tierras de la Mauritania Tingitana, tan genuinamente unidas a la suerte de España, y llevar al nuevo mundo la misericordia y la civilización. El Nuevo Mundo y sus moradores por los que la soberana sufrió tantos desvelos y pesares, ese Nuevo Mundo sobre el que hoy España debe seguir teniendo una responsabilidad paternal y comprometida. España nunca abuso del Nuevo Mundo ni de sus recursos, ya está bien de leyendas negras, de mentiras de a real y de falacias anglosajonas, la labor de España en las nuevas tierras buscó desde la autoridad central hacer de los nativos de las tierras seres integrados en los reinos de España y que se sintiesen como tal.
Hoy desde aquí y en memoria de la gran Reina niego que el gobierno de España consintiese maltrato alguno sobre los habitantes de nuestras tierras del otro lado del mar.
No obstante es lamentable comprobar como casos aislados pero frecuentes de individuos españoles si que ejercieron esta tiránica y deleznable opresión. Los gobiernos españoles montaron toda una maquinaria de control de los abusos y empezaron por prohibir la esclavización de estas personas, de estos yndyos que diría la reina, la cual exhortó a su cuidado y respeto como ciudadanos de su corona, castigando con severidad todo desmán del que se enteró. Las inspecciones, los tribunales de quejas, las reuniones sobre como tratarlos, las leyes de Burgos, el compromiso de determinados personajes como Fray Bartolomé de las Casas, demuestran la preocupación del gobierno de España por la suerte de estas personas.
Es cierto que también los múltiples procesos demuestran que lo dispuesto no se cumplía, que las encomiendas se desvirtuaron, que los gobernadores actuaron mal, sin embargo la lucha de la administración imperial española por acabar con esto muestra una voluntad desconocida en el renacimiento Europeo, el propio debate de las Justas o los Requerimientos, si bien a nuestra óptica obsoletos, muestran una voluntad inequívoca de tratar con justicia y dignidad a los nuevos moradores de nuestra corona.
Las muertes de indios existieron, es una gran verdad, pero no lo es menos que en un grado muy elevado no fueron responsabilidad directa de España. Los muertos en combate fueron relativamente pocos, la mayor parte de muertos se debió como es patente y demostrado por las nuevas enfermedades europeas contra la que los indios no pudieron hacer nada, la catástrofe humanitaria de América del Sur, Central y Caribeña no fue por causas violentas sino por causas sanitarias, España no pudo evitarlo, nadie en 1492 podría haber evitado esto.
España llegó a América sin permiso, es verdad, llegó con la lógica del derecho de conquista que apenas unos años atrás había permitido a los turcos tomar y saquear Bizancio y esclavizar a todos sus moradores, España dentro de esa lógica hoy día desfasada fue la más respetuosa y comprensivas de cuantas potencias en el mundo han sido.El oro y la plata y la riqueza de América que España sacó de allí fue mucho, pero no fue menos el dinero que se invirtió en fortificar, ocupar, sanear y modernizar el territorio, los ingresos americanos de España son fastuosos, los gastos españoles en América son inasumibles.
No caeré en el populismo barato de decir que llevamos una civilización y unos valores superiores, no caeré en decir que los procesos inquisitoriales en América son algo testimonial, no caeré en decir que las grandes religiones autóctonas contemplaban como algo rutinario la tortura y sacrificios humanos, no caeré en eso, no lo digo, pero no consentiré bajo ningún argumento que se diga que España llevó la destrucción ideológica de las Indias ni que se les impuso una religión a sangre y fuego.

Para mayor escándalo el germen de esta nefasta leyenda es un traidor de la talla de Antonio Perez, tan amado ahora en algunas regiones patrias, que no solo se enriqueció de España sino que una vez descubierto se fue con los ingleses y desde allí mintió y conspiro contra su patria. Inglaterra adalid de los derechos de las Indias españolas, no debe saber muy bien que hizo en sus Indias, se lo recordaremos; Inglaterra aniquiló todo rastro indígena de sus colonias, allí donde pusieron la bota aniquilaron todo resto indio, ¿Por qué USA era un país blanco hasta la introducción de los esclavos, y Sudamérica mestizo? Porque ellos respetaron tanto a los indios que los aniquilaron, política seguida luego por sus hijos, que tras aniquilar a los, a los pocos supervivientes los encerraron en guetos. Y eso sin hablar de Australia o de Tasmania donde exterminaron físicamente hasta al último natural. Lecciones de ética e integridad de los ingleses cero, pero cero cero, que aún recordamos Sudáfrica.
La política española en América revisada desde la actualidad lógicamente cojea, sin embargo desde su momento histórico tuvo una lógica, una humanidad y un compromiso aplastante. Si juzgamos el pasado desde el presente corremos el riesgo de cometer errores de cálculo muy graves, les aseguro a ustedes que dentro de 500 años todos nosotros seremos unos incomprendidos y algún historiador progre de vanguardia dirá bastantes animaladas al respecto.Respecto al legado norteafricano de doña Isabel, no cabe olvidar que la unión española con ese territorio es mucho anterior a que la madre de Mahoma naciera, la Mauritania Tingitana, estaba unida a España desde el Imperio Romano, la invasión islámica, esta los progres no la calificarían de bárbara porque no es políticamente correcto, llegó hasta los mismos Pirineos, la Reconquista de la península se culminó en 1492, la Reconquista de los territorios hispánicos pese a los intentos de Cisneros no se ha conseguido aún. Las fronteras lejos de lo que pretende Marruecos no las impone el mar, España es mucho más que Hispania, España no es un término geográfico sino que es un termino político de un estado que tiene pasado sobre tres continentes distintos, África, América y Europa, España es un país con ansías universalistas, que no está ceñido a un rincón del mapa, España recuerda su pasado y lo proyecta en su presenta con espíritu y ansiasde futuro.
Isabel de Trastámara creó las bases de un estado acogedor de varias razas (España como ya he dicho estaba presente en África, América y Europa), España no es un invento excluyente, España es un todo universalista, es una capacidad de unidad en unos valores comunes extendidos por medio mundo a través de su lengua y de nuestra religión católica. España no aspira a imponerse sino a ser amada, no aspira al dominio de unos sobre otros sino que aspira a la colaboración de todos sus reinos, de todas sus gentes en la aventura civilizadora que el futuro nos oculta, España desde el pasado no olvida sus lazos fraternales, conocemos unas bases diferentes, la reina dirá manténganse los usos y costumbres de mis reinos, nosotros apostamos por la unidad dentro de la diferencia, no exigimos, Castilla nunca ha exigido la castellanización de nadie, hay tienen la prueba 400 años en América y perviven sus costumbres, 300 años en Italia y persistió la idea italiana, 200 años en Flandes, tantos y tantos años en el reino de Aragón, en el de Navarra, en los señoríos vascos, en los reinos hermanos de Asturias y León, ¿quién ha perdido su particularidad histórica?, mirad a Inglaterra, ¿detrás de las faldas no quedan acaso igual o menos rasgos particulares de los reinos que forman la Gran Bretaña?, mirad Italia o Alemania, ¿ no han acabado en mucho menos tiempo con muchas más costumbres locales?.
Desde el respeto a estas tradiciones locales, no debemos caer en la tentación de la destrucción de la unidad de la patria, la misma reina que aboga por mantener la pluralidad exige la unidad.Las Españas han conocido los traidores secesionistas desde hace muchos años, sin embargo lejos de liquidar el problema por la vía francesa de la aculturación, seguiremos apostando por la vía de la razón.No olvidemos nuestro glorioso pasado, no dejemos que nuestros enemigos lo ensucien y manchen con calumnias, luchemos desde el argumento, la razón y las pruebas para demostrar nuestra verdad, nuestros más de 500 años de verdad.
Isabel de Castilla lleva muerta muchos años pero su espíritu sigue presente entre nosotros.En su memoria os ruego que no sintáis por nuestro pasado otra cosa que no sea orgullo y felicidad.FDO: Santander88

posted by Anónimo @ 12/08/2004 03:05:00 p. m.