miércoles, marzo 16, 2005

La democracia

La democracia entendida según la cultura antigua greco romana dista mucho de lo que es y representa esta en nuestros días. Así pues, en Grecia la democracia era entendida como la participación activa y directa de los ciudadanos en la toma de decisiones de la ciudad a través de las asambleas, no existía por tanto un sistema representativo.

Sin embargo, durante el período republicano de Roma, la democracia sufre unos ligeros cambios que la diferencian de la democracia ateniense, la cual estaba pensada para ciudades con pocos habitantes. Sin embargo, en Roma, debido al elevado número de ciudadanos que la habitaban se desarrolla un primitivo sistema representativo para hacer posible el funcionamiento de la república y el nombramiento de cargos en la administración.

Actualmente la democracia es entendida como aquel sistema político en el que el poder reside en el pueblo, el cual elige a sus gobernantes a través de un proceso electoral. También es entendida como un sistema que se caracteriza por la protección de los derechos humanos y de las minorías, o en el que se promueve el desarrollo de las capacidades individuales y se pretende garantizar una cierta igualdad.

Es destacable el hecho de que el significado de democracia ha suscitado diversas polémicas como consecuencia del prisma ideológico con el cual se la ha pretendido definir. Además de esto, también hay que añadir las diferentes crisis que esta ha sufrido, desde la antigüedad hasta nuestros días, perdiendo en muchas ocasiones el crédito y la validez.

Por otra parte también hay que destacar el hecho de que en ambas concepciones, tanto antigua como moderna, son las mayorías las que importan, lo que nos muestra la valoración meramente cuantitativa de las personas y el empequeñecimiento que se hace de estas. Se substituye el valor cualitativo del hombre por el pseudovalor cuantitativo de la masa.

En cuanto a la democracia moderna, esta no resulta ser más que un instrumento para la defensa y mantenimiento del mercado, y por tanto para el beneficio de las clases dominantes. La mezcla entre las ideas liberales de libertad y propiedad junto al ideal de igualdad y participación política han dado origen al vigente sistema demo-liberal cuyos principales ideólogos son entre otros: Jeremías Bentham y John Stuart Mill.

La concepción individualista y utilitarista es lo que mejor caracteriza a la democracia de hoy día, o por lo menos a las sociedades que viven en democracia, en la que los individuos se guían por la búsqueda del placer y para conseguir su máximo de utilidad. Fiel reflejo de esto son los políticos mediocres que utilizan la representación en los medios públicos para conseguir sus propios intereses a través del poder.

Juntamente con esto, cabe añadir que la democracia de hoy no se trata más que de una oligarquía en la que se ven representados los intereses de multinacionales, bancos y grandes capitalistas, que hacen del sistema político un medio de dominación sobre los demás.

Por último destacar el carácter racionalista de este sistema político, el cual solo propicia el desarraigo en el hombre y en la humanidad con sus pretensiones universalistas. El hombre deja de ser hombre para convertirse en un número dentro del sistema social gregario concebido por la democracia.