domingo, abril 10, 2005

Un supervolcán bajo el Parque de Yellowstone



SU ERUPCIÓN PROVOCARÍA UN INVIERNO VOLCÁNICO MUNDIAL

"Esta es una historia basada en hechos reales, aunque todavía no han sucedido". Así comienza un documental de Discovery Channel y la BBC que especula con la posibilidad de una catástrofe de proporciones desmesuradas. ¿El culpable? Un supervolcán. Concretamente, el que yace debajo del estadounidense Parque de Yellowstone.

El programa está basado en abundante documentación recopilada por más de 40 especialistas en vulcanología, geología, climatología, geografía o arqueología sobre estos gigantescos volcanes. El del Yellowstone ya ha entrado en erupción en tres ocasiones: una hace 2,1 millones de años, otra hace 1,2 millones de años y la más reciente hace 'sólo' 640.000 años. En las tres ocasiones fueron miles de veces (unas 6.000 concretamente) más potentes que la que en 1980 provocó la muerte de 57 personas y la destrucción de una amplia zona en el Monte Santa Helena, en Washington (EEUU).

En la actualidad, el suelo del Parque de Yellowstone emite entre 30 y 40 veces más calor que la media de América del Norte, y es precisamente este calor el que causa las atracciones hidrotermanles del parque, el lugar del mundo donde se puede encontrar la mayor concentración de geusers, aguas termales y vapores.

En el parque donde vivía el archifamoso 'oso Yogui' cada metro cuadrado de suelo emite una cantidad de calor equivalente a un watio, según han constatado los científicos. Si el calor de 50 metros cuadrados fuera convertido en electricidad, iluminaría una bombilla de 100 watios. Todo el parque emite calor suficiente como para iluminar una ciudad de más de dos millones de personas.

Aunque existen supervolcanes en diferentes lugares del mundo, el que cuenta con mayor potencia letal es el que se encuentra justo debajo del parque de Yellowstone. Los científicos lo califican de 'gigante dormido', pero tras estudiar el movimiento del magma bajo el Parque y constatando la elevación media del suelo de Yellowstone -siete centímetros en los últimos años- han encendido las luces de alarma.

Las erupciones de supervolcanes, eso sí, no son muy frecuentes. En los últimos dos millones de años, sólo se han producido dos cada 100.000 años. Sin embargo, hace ya tres años que la Sociedad Geográfica británica lanzó una alerta mundial para que los gobiernos tuvieran en cuenta la posibilidad de la erupción de un supervolcán, fenómeno "hasta diez veces más probable que el choque de un asteroide contra la Tierra", aseguran.

La erupción de Tambora provocó miles de muertos. "No queremos parecer sensacionalistas con este tema, pero esto (una erupción de un supervolcán) va a ocurrir", dice el profesor Stephen Self, geólogo de la Universidad de Milton Keynes y miembro del equipo de científicos que ha elaborado el documental. "No podemos predecir la fecha en que se producirá la erupción, pero acabamos de sufrir un desastre natural gigantesco en Asia, y debemos reflexionar sobre la posibilidad que ahora sea el turno de un volcán", dijo.

La última erupción de un volcán más devastadora de los últimos 10.000 años se produjo el 10 de abril de 1815 en el Monte Tambora, situado en la isla Sumbawa de Indonesia. Murieron miles de personas y todo un grupo étnico desapareció por completo en cuestión de segundos. Los científicos que han elaborado el documental 'Un año sin verano', de Discovery Channel, consideran que esta erupción podría haber sido una de las causantes del cambio climático.
Los años siguientes a la erupción, la temperatura de la Tierra descendió unos dos grados por debajo de la media habitual y se registraron varios 'desarreglos' climáticos, como la nevada de EEUU en pleno verano de 1816.

Algo más de un siglo antes, en 1783, las erupciones del monte Laki, en Islandia, provocaron una 'niebla seca' que invadió el norte de Europa durante todo el verano, así como unas temperaturas anormalmente bajas. En 1991, en Filipinas, la erupción del Pinatubo fue seguida por un descenso global en todo el mundo de 0,4ºC. Con los datos recopilados por los científicos, éstos concluyen que al menos seis erupciones de este tipo, capaces de alterar el clima de la Tierra, han ocurrido en el siglo XX, y prevén algunas más en el XXI.

Pero nada sería comparable a la erupción de un supervolcán. La fuerza de la erupción en forma de caldera en Yellowstone equivaldría a 1.000 bombas de Hiroshima cada segundo, y las cenizas y el gas emanado alcanzarían la atmósfera en segundos, provocando un invierno volcánico mundial.

Política y medio ambiente:Un informe elaborado por un laboratorio que estudia las futuras amenazas para EE.UU.



Nota: artículo anterior a las últimas elecciones presidenciales norteamericanas.

El Pentágono advierte a Bush sobre una catástrofe climática.

Dice que los cambios en el clima podrían generar megasequías, migraciones masivas y guerras -algunas nucleares- en las próximas décadas. Y plantea que la amenaza es mayor a la del terrorismo.

Los cambios climáticos de los próximos 20 años podrían generar una catástrofe mundial que costará millones de vidas en guerras y desastres naturales.

Un informe secreto elaborado por el Pentágono, silenciado por los responsables estadounidenses de Defensa y obtenido por The Observer, advierte que ciudades importantes de Europa quedarán sumergidas por la crecida de los mares, en tanto que para 2020 Gran Bretaña tendrá un clima "siberiano". En todo el mundo podrían producirse conflictos nucleares, megasequías, hambre y disturbios generalizados.

El documento predice que los cambios climáticos abruptos, producidos fundamentalmente por los gases contaminantes que liberan las industrias, podrían llevar al planeta al borde de la anarquía. En tanto, los países desarrollarán su capacidad nuclear para defender y asegurar la provisión de alimentos, agua y energía en disminución. La amenaza a la estabilidad global eclipsa ampliamente la del terrorismo, dicen algunos expertos al tanto de su contenido. "Los disturbios y los conflictos serán rasgos endémicos de la vida", concluye el análisis del Pentágono.

Las conclusiones serán humillantes para la administración Bush, que niega incluso que existan cambios climáticos. Los expertos dijeron que también inquietarán al Presidente, quien viene insistiendo en la defensa nacional como única prioridad.

El informe fue encargado por el influyente asesor de Defensa del Pentágono, Andrew Marshall, alguien que ha ejercido una considerable influencia sobre el pensamiento militar estadounidense en las últimas tres décadas.

Los cambios climáticos "deben dejar de ser un debate científico para convertirse en un problema de seguridad nacional estadounidense", dicen los autores, Peter Schwartz, consultor de la CIA y ex director de planeamiento del Royal Dutch/Shell Group, y Doug Randall de la Global Business Network de California.

Un escenario inminente de cambio climático catastrófico es "plausible y pondría a prueba la seguridad nacional de Estados Unidos en formas que deben analizarse de inmediato", concluyen. Ya el próximo año, inundaciones generalizadas por el aumento de los niveles marítimos crearán conmoción para millones de personas.

La semana pasada, la administración Bush fue atacada por un gran grupo de científicos respetados que lo acusan de manipular la ciencia para satisfacer su agenda política y silenciar estudios que no le gustan. Jeremy Symons, ex integrante de la Environmental Protection Agency (EPA), dijo que silenciar el informe durante meses constituye un ejemplo más de que la Casa Blanca trata de enterrar la amenaza de los futuros cambios climáticos.

No obstante, importantes expertos en climatología consideran que sus veredictos podrían ser un catalizador para obligar a Bush a aceptar que los cambios de clima son reales. También esperan poder convencer a Estados Unidos de que firme los tratados internacionales para reducir los cambios climáticos.

Sir John Houghton, ex director ejecutivo de la Oficina Meteorológica -y primera figura importante que relacionó la amenaza climática con la del terrorismo- dijo: "Si el Pentágono está enviando ese tipo de mensaje, entonces este documento es realmente muy importante".

Bob Watson, director científico para el Banco Mundial y ex presidente de la Comisión Intergubernamental sobre Cambios Climáticos, agregó que las duras advertencias del Pentágono ya no pueden ignorarse. "¿Puede Bush ignorar al Pentágono? Dejar pasar este informe será difícil. Es muy incómodo".

"Tenemos un presidente que dice que el calentamiento global es un fraude, y resulta que sobre el río Potomac el Pentágono está preparándose para guerras climáticas. Es muy aterrador que Bush empiece a ignorar a su propio gobierno en este tema", dijo Rob Gueterbock de Greenpeace.

Según Randall y Schwartz, el planeta ya está soportando una población mayor de la que puede sustentar. Para 2020, la escasez "catastrófica" en la provisión de agua y energía será cada vez más difícil de superar, llevando al planeta a la guerra. Advierten que hace 8.200 años las condiciones climáticas provocaron deficiencias en los cultivos, hambre, enfermedades y migraciones masivas de poblaciones que podrían repetirse muy pronto.

Randall explica que "es una amenaza a la seguridad nacional muy particular porque no hay un enemigo al cual apuntar las armas y no tenemos control alguno sobre la amenaza". Agregó que quizá sea tarde para evitar que se produzca el desastre. "No sabemos exactamente en qué punto del proceso estamos. Podría empezar mañana y no lo sabríamos hasta dentro de cinco años".

Las hipótesis del informe son tan dramáticas, dijo Watson, que pueden resultar vitales para las elecciones estadounidenses. El candidato demócrata favorito, John Kerry toma el cambio climático como un verdadero problema. Los científicos desilusionados con Bush amenazan con que Kerry utilice el informe del Pentágono en su campaña.

El hecho de que Marshall tenga que ver con sus inquietantes conclusiones ayudará a la causa de Kerry. Marshall, de 82 años, es una leyenda en el Pentágono que dirige un laboratorio de reflexión secreto, la Oficina de Evaluación Neta, dedicada a evaluar riesgos para la seguridad nacional.

Symons dijo que los vínculos estrechos de la administración Bush con las poderosas empresas petroleras y de electricidad son vitales para entender por qué el cambio climático es recibido con escepticismo en la Casa Blanca. "Esta administración está ignorando las pruebas para calmar a un puñado de grandes empresas petroleras y de electricidad", agregó.